3 de julio de 2018.- Wilmer Aduviri (21) entró a la habitación de Aydé Navia Montesinos (19) -su expareja- cuando ésta dormía con su bebé de dos meses y su sobrina y le disparó en la cabeza. Ella sobrevivió. “He sentido un ruido fuerte y un dolor en la frente, me he levantado y harta sangre tenía en mi cara, como en sueños veía a mi familia corretear, pensé que había un terremoto”, contó hospitalizada en el Viedma aún con el proyectil alojado en su cuerpo.
El hecho ocurrió el sábado a las 5:00 en la casa del hermano de Aydé, en Quillacollo. La víctima y su familia jamás imaginaron que Aduviri le había disparado, fue en el hospital donde les dieron la noticia. Ella dice que su expareja estaba molesta porque había decido no regresar con él, porque constantemente la maltrataba física y psicológicamente.
“Mi sobrina dice que lo ha visto, porque le ha tocado su cara y dijo que ‘su mano estaba fría’, después me disparó. Al escapar dejó el arma en el suelo y también tenía un cuchillo”, relató.
La primera semana de junio, Aydé escapó de la casa donde vivía con su agresor, en Independencia. Desde entonces él le insistió para volver, ella no aceptó. Ante la negativa se llevó al bebé sin consentimiento de la madre para forzarla a retornar, al no poder cuidar al menor lo dejó en la Defensoría de la Niñez de ese municipio y Navia lo recuperó.
El viernes 29 de junio, le envió mensajes indicando que se iba a matar si no volvía con él. “He mostrado los mensajes a mis hermanos y me han dicho: ‘Cambia de número, no le contestes. Este hombre no es normal’”, cuenta.
El vocero del hospital Viedma, Fernando Romano, indicó que la paciente está estable y será sometida a una cirugía en las siguientes horas. Ante la noticia de que el agresor estaría merodeando el nosocomio para lastimar a la mujer, dijo que se habían tomado medidas de seguridad.
Pero ella teme por su vida y quiere que la Policía encarcele a su agresor. “Yo no quiero nada de él, tengo miedo, quiero garantías para mi familia, porque él tiene otra arma en su pueblo”, indicó.
Aydé explicó que el hombre es muy agresivo y que para no recibir golpes le hacía caso en todo. Aseguró que su hijo también es fruto de agresiones sexuales de parte de Aduviri.
(Vía: Los Tiempos)