25 de Julio de 2018.-El premilitar que denunció a sus tres instructores del cuartel Ingavi de la Ciudad de El Alto se ratifica sobre los abusos que cometen los militares en su contra, quienes le obligaron a comer excremento, tomar orín de burro y le lastimaron el oído izquierdo. Asegura que todo empezó cuando los instructores le pidieron comprar choripán, pero él no obedeció ya que no tenía dinero, por ello los instructores lo empezaron a agredir, así relato Cristian en exclusiva para Radio Éxito.
«No tenía dinero para comprar choripán y por esa situación me decían rebelde, por ello me escapaba me escondía, mis camaradas están diciendo mentiras y me tratan de hacer ver mal con todos y me discriminan, me ratifico en todas mis declaraciones», expresó de forma temerosa pues dice sentirse amenazado e intimidado por algunos de sus camaradas.
La madre del pre militar pide que en este caso se haga justicia y se siente precedente y respalda plenamente las declaraciones de su hijo.