01 de agosto de 2018.-Kimberly Martines, una mujer de 25 años, no aceptó la separación con su marido. Entonces ideó un plan diabólico para tratar de reconquistarlo: enfermar a uno de sus tres hijos. Pero nada resultó como esperaba: mató a su beba de 17 meses de una sobredosis de sal, y la condenaron este miércoles a 30 años de cárcel.
Los hechos ocurrieron en julio de 2016 en la ciudad de Flamerville, en Carolina del Sur. La mujer fue detenida poco después de que llevara a su hija Peyton al hospital por una intoxicación aguda con sal. La beba fue internada pero su cerebro ya había sufrido graves daños por el exceso de sodio y la pequeña murió tres días después.
En un primer momento Martines contó a la policía que Peyton y su hermana gemela habían jugado con una bolsa de sal que había quedado en la mesa, y que la ingestión fue accidental.
Sin embargo, su hijo de cuatro años la desmintió. El nene contó que vio a su mamá sentada en el sofá con su hermana y que le metía una cucharada de sal en la boca. El pequeño pudo describir el envoltorio, que los investigadores encontraron escondido debajo de un almohadón.
La mujer finalmente confesó lo que había hecho y declaró que envenenó a la beba «para tratar de recuperar a su marido».
Cuando le preguntaron por qué había elegido a Peyton, Martines contestó que sólo había agarrado al de sus tres hijos que tenía más cerca en ese momento.