19 de noviembre de 2018.- Este domingo, por segundo año consecutivo, el papa Francisco ha celebrado la Jornada Mundial de los Pobres y exhortó a escuchar el grito de los pobres sofocado por “el estruendo de unos pocos ricos” en una misa celebrada en la Basílica de San Pedro luego almorzó con 1,500 indigentes en el aula Pablo VI.
Como parte de la segunda Jornada Mundial de los Pobres organizada por el Vaticano durante toda la semana la Plaza de San Pedro ha permanecido abierta y un ambulatorio médico brinda asistencia gratuita a personas vulnerables con dificultades para acceder a servicios médicos.
Además, en esta iniciativa solidaria han participado cerca de 70 voluntarios de las parroquias de Roma, varios hospitales y universidades romanas que ofrecieron especialidades de cardiología, ginecología, reumatología, dermatología o medicina general.
El menú gastronómico que se ofreció en el almuerzo fue lasaña, pollo con puré de patatas y tiramisú que fue preparado por el Hotel Cavaliere Hilton de Roma y al finalizar del almuerzo cada uno de los invitados recibió un kilo de pasta.