9 de noviembre de 2018.- A sus 71 años, las mañanas son difíciles para Mario Núñez, un conductor del colectivo de Coquimbo, Chile. Son apenas las cinco de la mañana cuando Mario forcejea para despegarse de las sábanas y comenzar su jornada de diez horas como conductor del trasporte colectivo. Su mayor motivación es su esposa, quien padece Alzheimer y necesita de su ayuda para seguir adelante.
Debido a sus escasos recursos y que no pueden pagar a alguien para que cuide a su esposa, ella acompaña a Mario como una pasajera más sobre el camión que él, ya cansado, maneja diariamente para sostener sus gastos.
La terrible enfermedad poco a poco ha deteriorado a Fresia, llegando a quitarle toda la autonomía, por lo que Mario se encarga de cuidarla llevándola consigo al trabajo.
«Haga frío o calor, o como sea que esté el clima, tengo que levantarla. A mí me da pena hacerlo, porque la veo durmiendo y no quisiera. Le pongo su ropa, le lavo los dientes, tengo que llevarla al baño…» contó al diario El día de Chile.
Cada día para Mario es una muestra de amor, pero lidiar con la condición de su mujer y tratar de mantener los gastos que esta exige no ha sido fácil.
«Se me ha caído del micro, a veces va durmiendo o le da frío, tiene ganas de ir al baño y debe hacer en un tarro», contó a medios.
Fresia ha sido el amor de la vida de Mario desde hace casi treinta años. «Yo no me quiero deshacer de mi señora porque la quiero mucho», dijo.
“Esto me nace a mí, desde adentro, no es una obligación», ha contado Mario.
Historia viral
La entregada historia de amor de Mario con Fresia se dio a conocer a partir de un posteo de una usuaria de Facebook: