02 de Julio de 2018.- El informe de Tráfico de Personas 2018 del Departamento de EEUU señala a Bolivia como un país de tránsito y destino de inmigrantes víctimas de trata sexual.
Después de permanecer durante cuatro años “en observación”, Bolivia ingresó esta gestión en la “lista negra” de tráfico de personas, según el informe del Departamento de Estado de Estados Unidos. El presidente Evo Morales descalificó y rechazó “enérgicamente” el documento.
De los 22 países incluidos en la “lista negra” del informe anual sobre Trata de Personas (TIP) de EEUU, el otro país latinoamericano incluido es Venezuela, que ya estaba en esta categoría.
Cuatro años “en observación”; Bolivia volvió a la nómina de naciones cuyos gobiernos no avanzan en el intento de alcanzar los mínimos estándares en la lucha contra el tráfico de personas, después de cuatro años. Desde 2014 estuvo en la lista de países “en observación”.
El informe establece una lista que clasifica el trabajo de los países respecto al tráfico de personas. El Nivel 1 corresponde a las naciones que cumplen con las normas mínimas de Estados Unidos; el Nivel 2, aquellas que están haciendo esfuerzos significativos para lograrlo; Nivel 3, Lista de Observación, para aquellos que merecen un escrutinio especial; y Nivel 4, para los países que no cumplen plenamente con las normas mínimas de Estados Unidos y no hacen esfuerzos significativos para lograrlo.
Hasta el año pasado Bolivia se encontraba en el Nivel 3 – Lista de Observación, es decir era parte de los países que, según EEUU, presentaban aumento en el número de víctimas de trata de personas y que no ha logrado presentar evidencia de esfuerzos para combatir la trata de personas, entre otros.
Este año, Bolivia pasó a Nivel 4 y con ello forma parte de los 22 países de la lista “negra”. Fuera de los dos latinoamericanos, los otros son: Bielorrusia, Belize, Birmania, Burundi, China, Comoras, República Democrática del Congo, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Irán, Corea del Norte, Laos, Mauritania, Papúa Nueva Guinea, Rusia, Sudán del Sur, Siria y Turkmenistán.
El reporte 2018 asegura que el gobierno de Evo Morales “no reúne los mínimos estándares para la eliminación del tráfico y no demostró que esté haciendo esfuerzos progresivos” en comparación con el año previo.
El documento agrega que los funcionarios bolivianos que trabajan en este tema carecen de los recursos o de la formación “para investigar, perseguir y condenar este tipo de crímenes”.
El informe estadounidense señala a Bolivia como país de tránsito y destino de inmigrantes de África, Chile y el Caribe: “algunos de los cuales se convierten en víctimas de trabajo forzado y tráfico sexual”.
Los bolivianos de zonas rurales y pobres, especialmente indígenas, así como jóvenes LGBTI, “son particularmente vulnerables al tráfico sexual y laboral”, según el informe.
“Mujeres y niñas bolivianas se hallan envueltas en tráfico sexual dentro de Bolivia y en países vecinos como Argentina, Brasil, Panamá, Perú y Chile. Dentro del país hombres, mujeres y niños bolivianos son forzados a desempeñar trabajos domésticos, mineros, ganaderos y agrícolas”, indica el documento.