23 de Mayo de 2018.- El gerente general del Banco Unión, Rolando Marín Ibáñez, admitió ayer que los controles eran débiles y con grandes falencias. También reconoció que la banca boliviana está expuesta a este tipo de riesgos. Sin embargo, aseguró que a partir de su nombramiento al frente del banco en octubre de 2017, se implementaron nuevos sistemas de control para evitar nuevos desfalcos.
Las declaraciones de Marín se dieron cuatro días después de conocerse el tercer desfalco en la entidad, presuntamente cometido por Edson Fidel Benjin Gonzales, extesorero del Sector Público de la agencia Cuéllar (Santa Cruz), por un monto superior a 817 mil bolivianos.
Benjin ostentaba lujosas movilidades a través de sus redes sociales, según fotografías difundidas en medios.
“Había falencias en el sistema de registro contable, en el tema de conciliación y por eso esos fraudes no se visibilizaban”, complementó Marín.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Ramiro Argandoña, sostuvo que este sector no está exento de contingencias como los desfalcos, pero que los bancos trabajan para desarrollar sistemas para evitar ilícitos.
Consultado sobre las declaraciones del vicepresidente, Álvaro García Linera, que afirmó que los desfalcos son normales en las entidades financieras, Argandoña dijo que “no se puede entrar en una polémica, pero no estamos exentos”.
Sin embargo, el analista económico Alberto Bonadona consideró que la vulnerabilidad de los controles en el Banco Unión y los riesgos a los que está expuesta la industria bancaria —elementos que menciona Marín— son una excusa, puesto que los desfalcos se dieron porque existe una estructura organizada entre mandos altos, medios y bajos.
Señaló también que la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) tiene parte de responsabilidad porque no ejerce un control estricto con el Banco Unión como lo hace con los privados.
Añadió que las personas, de mandos bajos y medios, que ahora están detenidas son una parte de una asociación, y que personeros de la ASFI forman parte de este grupo.
“Hay más de una persona de jerarquía que está involucrada en esto. Debe averiguarse cuál es la cabeza que permite que esto ocurra, a vista de la ASFI, porque la ASFI está de adorno aquí”, añadió.
Por su parte, el economista, politólogo y expresidente de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) Agustín Saavedra Weise aseguró que los sistemas de seguridad de las entidades financieras privadas son estrictos y rigurosos, y que los hechos de desfalcos son muy raros, aunque “evidentemente también pueden suceder”.
El pasado 18 de mayo salió a la luz el segundo caso de desfalco desde 2017, por un monto de 1,6 millones de bolivianos en la agencia Desaguadero (La Paz) y cuyo responsable sería Julio César Ribera, exjefe de operaciones de esa agencia.
No obstante, el primer caso, y el más controvertido, fue el que protagonizó Juan Pari, exjefe de operaciones de la agencia Batallas (La Paz), cuyo monto asciende a 37,6 millones de bolivianos.
POSESIONAN NUEVO GERENTE EN CUÉLLAR
Marcelo Renzo Jiménez fue ayer posesionado como el nuevo gerente regional Santa Cruz del Banco Unión, en reemplazo de Mery Nancy Suárez Parada, quien fue relevada del cargo tras conocer el tercer caso de desfalco en la sucursal Cuéllar (Santa Cruz) de esta entidad financiera.
El gerente general de esta entidad financiera estatal, Rolando Marín Ibáñez, manifestó que la sucesión forma parte de un conjunto de acciones dentro de una política de renovación, y que se han realizado cambios similares en las regionales de Tarija, Chuquisaca y Pando. “A partir de la fecha, la gerencia va a realizar algunos cambios con el fin de generar una mayor cultura de control interno y gestión de riesgos”, explicó.
Marín informó también que desde el inicio de su gestión, en octubre de 2017, se llevan a cabo una serie de acciones con el fin de minimizar cualquier evento de riesgo de fraude interno y externo.
(Vía : Los Tiempos )