19 de Julio de 2018.-Comer, dormir y tener sexo. Parece ser un plan perfecto y sencillo de llevar a cabo. De eso se trata la gastrosiexta, una fusión de tres prácticas habituales que combinadas estimulan la dosis de placer entre las parejas. Una rutina ideal para la temporada invernal.
Como cualquier variante en el plano del placer, requiere ciertos requisitos para llevarlos a cabo. Sugiere comenzar el encuentro primero planificando el plato culinario. «Comer relajados, saboreando la comida y, si es posible, una copa de vino; el sexo con juego previo prolongado; y luego una siesta que puede intercalar despertares con nuevos encuentros sexuales».
El nombre deriva de la combinación de la alta gastronomía, la siesta y el sexo, explicó Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
«Todo lo que enciende los sentidos -en este caso la experiencia gourmet-será un altísimo nivel de estímulo y tiene un impacto directo en la conexión sexual erótica», resaltó la sexóloga Mariana Kersz, especialista en terapias de pareja.
Propone implementar la gastronomía como una sesión erótica ligada al placer más que a la alimentación, por lo que es importante idear platos con texturas, sabores y aromas. «En cada bocado hay una mirada, un deseo que crece y se agudiza con la charla y la música, que potencian la experiencia sensorial», agregó.
Los especialistas coinciden en que el descanso, además de ser un acto placentero, es fundamental para el buen funcionamiento del cuerpo, renovar energías, liberar el estrés. «En los hombres aumenta los niveles de testosterona, muy necesario para los encuentros. Por otra parte, dormir juntos es una manera de conectar con el otro propiciando otro encuentro sexual», detalló Kersz
El invierno es una excelente estación para practicar la gastrosiexta, ya que el frío favorece una mejor conexión con uno mismo y con el otro.
(Via: Infobae)