29 de Mayo de 2018.- Jorge Estrada Pacheco, uno de los nueve hermanos que crearon la danza de «El Caporal», falleció el domingo pasado.
Sus restos fueron velados y enterrados en el Cementerio General de la ciudad de La Paz la la tarde ayer.
Sus amigos y parientes, en medio del dolor, lo recuerdan como el más activo de la familia. «Fue campeón nacional en la categoría de Peso Mosca en los Juegos Bolivarianos en boxeo», dijo Carlos Estrada Pacheco, su hermano.
«Era un hombre al que le gustaba disfrutar mucho de la cultura y del deporte», agregó.
Por su parte, la ministra de Culturas y Turismo, Wilma Alanoca, expresó sus condolencias a la familia de Jorge, refiriéndose a «la gran pérdida que sufre la cultura viva, pero que deja un legado cultural imborrable», según un comunicado de esa cartera de Estado.
En las redes sociales la gente también manifestó su cariño: «En cada paso, en cada canción, siempre te recordaré por habernos dejado este precioso regalo del Caporal. Gracias hasta el cielo», escribió Sofía Peralta.
«Con el sonido de cada cascabel te recordaré Jorgito. Gracias por darle este regalo a nuestra Bolivia hermano», publicó Peter Sánchez, en un vídeo, en que se observa a Jorge vestido de caporal.
Todos los integrantes de la familia Estrada Pacheco fueron participantes, defensores y promotores del folclore boliviano. «Hace 45 años comenzó esta aventura y pasión» que, según ellos, fue heredada de sus padres Víctor Estrada Mariaca y Elena Pacheco Villegas, a quienes describen como personajes folkloristas ya que participaron activamente en los «Wacatocoris Rosas de Viacha» por bastantes años.
Jorge, sin duda, era un hombre carismático que demostraba públicamente su amor por Bolivia y por la danza de «El Caporal» como lo prueban las fotos y los videos que la población hace circular en las redes sociales.
«Nació el caporal»
Carlos Estrada relata que los hermanos mayores bailaban en la fraternidad «Wacatocoris» como k’usillos, una especie de bufón nativo que sin seguir una coreografía determinada se dedica a moverse de un lado a otro molestando o haciendo mofa de la gente que está a su alrededor.
La creatividad comenzó a surgir entre esos intrépidos danzarines, quienes tenían entre 14 y 18 años ya que, según cuentan, lograron convertir ese baile improvisado en una danza con pasos propios que ellos fueron inventando: «El Caporal», danza declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia.
( Vía : Los Tiempos )