El G-20 discurre al ritmo de Trump

El G-20 discurre al ritmo de Trump

30 de noviembre de 2018.- Con decisiones imprevistas, demoras y gestos de fastidio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo este viernes en jaque al anfitrión de la Cumbre del G-20, el argentino Mauricio Macri. Las expresiones de Trump y sus idas y vueltas respecto de las reuniones bilaterales con sus pares de Rusia y China están acaparando la atención de la gran cita que debe culminar este sábado con un documento difícil de consensuar por la intransigencia del estadounidense.

Antes de llegar, Trump resolvió que no se reuniría con el presidente ruso Vladímir Putin como estaba previsto debido al ataque ruso a barcos ucranianos. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, lamentó la decisión. Pero más tarde dio a conocer la posibilidad de un encuentro «breve e improvisado». Con su colega chino, Xi Jinping, está prevista una cena esta noche aunque Trump mismo declaró antes de llegar a Buenos Aires que ese encuentro podría no tener lugar. «Hay buenas posibilidades de que se logre el acuerdo», adelantó el asesor de la Casa Blanca, Larry Kudlow, sobre un cara a cara entre Trump y Xi que podría contribuir a aliviar las tensiones de la guerra comercial entre ambas potencias.

Trump debía reunirse con Macri este viernes a primera hora. Pero el estadounidense se demoró media hora, ocupado en responder a la tormenta mediática provocada por la confesión por su antiguo abogado Michael Cohen de que mintió en su declaración ante el Congreso sobre la supuesta injerencia de Moscú en su campaña de 2016, un asunto que para algunos observadores explica la decisión de suspender la cita con Putin.

Trump llegó finalmente pero en la rueda de prensa con Macri se molestó por la traducción. Mientras el presidente argentino le daba un saludo de bienvenida en español, Trump tenía en la mano un dispositivo para la traducción simultánea. Pero lo que escuchaba no lo convenció y lo dejó caer al suelo. «Te entendí mejor en tu idioma que a este aparato», dijo a su anfitrión.

Los dos mandatarios tuvieron luego una bilateral que también derivó en polémica. La portavoz de Trump, Sarah Huckabee Sanders, comunicó que los dos líderes reiteraron su compromiso de enfrentar desafíos regionales «como el de Venezuela y la actividad económica depredadora china». El canciller argentino, Jorge Faurie, debió poner paños fríos. «No creo que haya habido una referencia en esos términos», dijo, aunque luego aclaró que «el adjetivo corre por su cuenta».

Mientras tanto, Trump estaba reunido con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, para firmar el nuevo acuerdo de libre comercio entre los tres países que reemplazará al Nafta. Trump, artífice del nuevo texto, dijo que el pacto «cambia para siempre el panorama del comercio». Si bien Canadá y México no lograron que EE UU se comprometa a reducir los aranceles al acero y el aluminio, Trump le dijo a Trudeau que lograron hacerse «grandes amigos» y felicitó a Peña Nieto por terminar su mandato con este «hito». El mexicano entrega este sábado el mando a su sucesor, Andrés Manuel Lopez Obrador.

(HOY)

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