El futuro de Rajoy se define entre el jueves y viernes

El futuro de Rajoy se define entre el jueves y viernes

La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor (PP), anunció ayer los días en los que la Cámara debatirá esa moción, presentada por los socialistas el pasado viernes que, en caso de ser aprobada, llevaría a la jefatura del Ejecutivo español al líder del PSOE, Pedro Sánchez.

Para salir adelante, la moción, la cuarta en las cuatro décadas de la actual etapa democrática española -las tres anteriores fracasaron-, y la segunda para Rajoy, tiene que ser aprobada por 176 de los 350 diputados de la Cámara, una combinación difícil para Sánchez, que cuenta con 84 diputados y precisaría del respaldo de otras fuerzas.

Fuentes cercanas al dirigente socialista indicaron que convino con Pastor celebrar el debate en el Congreso esos días y consideraron una “buena noticia” que se decida “si Rajoy es censurado o no”.

El Ejecutivo español también ve con buenos ojos la proximidad del debate, ya que así “se minimiza el tiempo de incertidumbre” que, en su opinión, “ha abierto la iniciativa socialista”, según indicaron fuentes gubernamentales .

En rueda de prensa al término del comité federal de su partido, Sánchez tendió la mano a todos los partidos que consideren inaceptable que Rajoy siga al frente del Gobierno de España para “construir un gran acuerdo nacional de regeneración política”.

Igualmente, apeló a los 350 diputados del Congreso -“ni un más ni uno menos”, dijo- para que “sepan que lo que está en juego es la confianza de la ciudadanía en la política”.

El líder socialista explicó además que la “nueva etapa” que propone abrir con la moción a Rajoy tiene una “hoja de ruta clara: censura, estabilidad y elecciones para que los españoles decidan”.

Con sus 84 diputados, Sánchez tiene garantizado el apoyo de Unidos Podemos (izquierda), con 71, y podría lograr el de pequeñas fuerzas nacionalistas e independentistas, lo que ya le ha valido fuertes críticas del PP.

Queda la incógnita de los liberales de Ciudadanos, que en principio descartan respaldar la moción socialista e insisten en la convocatoria inmediata de elecciones. Su líder, Albert Rivera, aseguró ayer que está dispuesto a buscar con Rajoy un “fin ordenado” a una legislatura que considera “acabada”, si pone “fecha y hora” en otoño para unas elecciones generales. Reiteró que en ningún caso votará a favor de la moción del PSOE en los términos en los que está planteada, volvió a tenderles la mano para acordar una alternativa, de carácter “instrumental”, que sirva sólo para convocar a comicios.

Esa moción instrumental, explicó Rivera, formaría parte de un “plan B”, si Rajoy sigue “enrocado” y no abandona el cargo, que incluiría cuatro condiciones: fijar una fecha electoral y un candidato independiente (ni del PSOE ni de Ciudadanos) a presidir temporalmente el Gobierno.

 

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