30 de septiembre de 2018.-
Con un escueto comunicado, China ha puesto fin a décadas de su denostada política del «hijo único» e informó de que permitirá a todas las parejas casadas del país tener dos, una medida con la que espera revertir el rápido envejecimiento que padece su población.
La agencia oficial Xinhua fue la que dio la noticia tras el cierre del Plenario del Comité Central del Partido Comunista de China, una reunión de cuatro días durante la cual sus 205 miembros y 170 suplentes acordaron el 13º Plan Quinquenal. Este importante documento, que verá la luz el año que viene, contiene las guías maestras de la política económica y social que seguirá el país entre los años 2016 y 2020.
En el texto, Xinhua declaraba que China «abandona la política del hijo único» y «pondrá en marcha otra que permita a cada pareja tener dos hijos como respuesta proactiva al envejecimiento de su población», aunque en ningún momento da detalles de cómo se implementará.
Durante meses se ha estado especulando acerca de la posibilidad de que Pekín abandonara su controvertida medida de planificación familiar, ya que cada vez más estudios y expertos alertaban de la «bomba de relojería» que se está fraguando en el país.
En la actualidad, el gigante asiático cuenta con una población superior a los 1.300 millones de personas. El problema es que una parte está envejeciendo con rapidez mientras que la mano de obra disponible disminuye a un ritmo considerable. Ya en 2012, por primera vez en décadas, la población en edad de trabajar -aquellos entre los 15 y los 59 años- cayó, y esta tendencia se ha mantenido por tres años consecutivos, registrándose en 2014 un descenso de 3,7 millones.
Varios estudios, entre ellos uno de Naciones Unidas, estiman que en el año 2050 habrá en el país cerca de 440 millones de personas mayores de 60 años. Todos coinciden en señalar que dicha cantidad supondrá una presión enorme para los recursos del Estado, por lo que necesitaban invertir la tendencia cuanto antes.
Al conocerse la noticia, el destacado experto en el cambio demográfico y social en China Wang Feng calificó el hecho de «evento histórico», aunque reconoció que los desafíos del envejecimiento de la población se mantendrán. «Hemos tenido que esperar demasiado tiempo para esto», declaró a France Press, «pero cambiará el carácter de muchas familias jóvenes».
Sin embargo, no todos son tan optimistas ante la buena nueva, y hay demógrafos y economistas que dicen que la reforma traerá consigo pocos cambios, ya que llega demasiado tarde para resolver la amenaza de crisis laboral. En China, la gente se casa tarde o no se casa, y muchos optan por tener pocos hijos o ninguno debido al coste de la vida.
Se estima que, desde que se puso en marcha a finales de los 70, el Gobierno chino ha evitado 400 millones de nacimientos. Durante todos estos años, escudándose en su importancia para facilitar el despegue económico de la nación, las autoridades han recurrido en múltiples ocasiones a la violencia para acabar con los embarazos, y son miles los casos de esterilizaciones, abortos forzosos e infanticidio sufridos por su población.