22 noviembre de 2018.- La revolución de la llegada de Diego Maradona a México para hacerse cargo del equipo de Culiacán fue más de lo que esperaban los directivos. Por un lado, logró una atención inesperada en cuanto a los movimientos de Dorados, pero además generó algo en los futbolistas que lograron hacer una remontada histórica y codearse con los mejores de la división.
Resulta que el Ascenso MX tiene un extraño sistema de juego. Por un lado, se puede ser campeón del torneo Apertura o Clausura, pero por el otro, ninguno de los títulos asegura un lugar para enfrentarse con los mejores equipos del país.
Para acceder a la primera división, no sólo se deberá ganar uno de esos campeonatos, sino que además se deberá jugar una final aparte denominada «Campeón de Campeones». Este es un cruce de ida y vuelta entre los ganadores de los dos torneos cortos y el resultado final le dará el título máximo de campeón y el derecho a jugar en la Liga Mx.
Con este panorama, si el conjunto de Diego Maradona logra ganar este torneo, deberá esperar seis meses a que se defina el próximo certamen, con la misma modalidad de juego, para conocer a su rival en el cruce que definirá al único equipo que asciende a la Liga Mx.
Pero ojo, existe una chance de evitar el cruce de «Campeón de Campeones». Para lograr el ascenso sin llegar a esta instancia, el conjunto que se corone campeón del Apertura 2018, deberá también hacerlo del Clausura 2019, donde automáticamente recibirá esa distinción. Con Diego a la cabeza, todo parece posible en Dorados.